Iglesia católica dice solo un diez por ciento de la población capta y exhibe las bonanzas del crecimiento económico del país.
Aboga por reforma fiscal equitativa que no favorezca a los más privilegiados
Santo Domingo-En un emotivo y solemne acto litúrgico y con la presencia del arzobispo Francisco Ozoria Acosta, la Arquidiócesis de Santo Domingo conmemoró el Día de Corpus Christi, con una celebración que reunió a fieles de distintas partes de la ciudad en una muestra de fe y devoción.
En la homilía titulada: “La eucaristía presencia real y fuente de fraternidad que nos sana”, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de santo domingo, José Amable Duran Tineo hablando sobre la dimensión social de la eucaristía dijo que lo que destruye nuestra esencia y nuestra identidad mas profunda, es la no comunión con Dios.
“De ahí ha nacido el individualismo, que a su vez ha engendrado el liberalismo en todas sus formas: relativismo ético, idolatría del poder y del mercado, consumismo voraz que engendra pobreza y miseria, mientras despacio destruye la propia casa común, en aras de la irracionalidad de acumular a cualquier precio”.
Amable Duran en la homilía también se refirió a la situación económica del país, a la visión de la iglesia con respecto a las elecciones y a la abstención, y definió a la política como una de las formas más preciosas de la caridad.
“Hoy la Republica Dominicana se enorgullece de presentar al mundo una economía con un crecimiento económico galopante, ubicada entre las mas pujantes de la región. Ahora bien, la gran realidad es que solo un diez por ciento de la población capta y exhibe esas bonanzas. De ahí el exuberante lujo de unos pocos y la pobreza de la gran mayoría, hasta rozar la miseria en muchas familias”
Para superar esta situación pienso que convendría prestar atención a lo que nos dice el Papa Francisco en su encíclica “Fratelli tutti”, en la que nos invita a superar con la caridad fraterna un mundo de socios que se unen solo por intereses comunes buscando el propio interés estatus social en el que la palabra prójimo no tiene ningún significado y es reemplazada por otra más utilitarista y mundana: “socio”; se trata de un modo de organización que parte de una antropología reduccionista que concibe al hombre como simple individuo y no en la integralidad de individuo y persona.
Aunque a muchos les resulta extraño también la política entra en el campo amplio de la fraternidad. Es cierto que hoy está en descrédito, así lo evidencia el gran porcentaje de abstención en las últimas elecciones las razones las conocemos: histórica corrupción administrativa compra de votos faltan altos ideales transfuguismo, ambición de poder ineficiencia de algunos políticos, ideología de turno.
Ahora bien, como sostiene el Papa Francisco en el documento ya citado, puede funcionar el mundo sin política? puede haber un camino eficaz hacia la fraternidad universal y la paz social sin una buena política?.
En este sentido nos llama asumir nuestra responsabilidad cuando dice: una vez más convoco a rehabilitar la política que es una altísima vocación es una de las formas más preciosas de la caridad porque busca el bien común por otra parte ya para ir finalizando confiamos y oramos para que la necesaria reforma fiscal que ya se ha anunciado, contribuya no a favorecer a los que más tienen ni a los grupos de influencia y poder sino a los más pobres. esperamos que contribuya una más justa distribución de las riquezas integrando una mejora sustancial en los salarios y el sistema de seguridad social y de salud.
Aunque es necesaria la asistencia social no aspiramos a continuar fomentando un estado asistencialista abogamos por una patria donde haya justicia social porque solo ella garantiza la paz y el bienestar para todos, en conclusión, queremos una nación donde haya igualdad y libertad, pero no desde el individualismo sino desde la fraternidad, es decir el reconocimiento de un padre común en y por el que todos somos hermanos.
Como iglesia nuestra misión es construir y fomentar la comunión con Dios y con nuestros hermanos el lugar más apto donde se realiza y acrisola esta comunión es la Eucaristía por eso decimos Señor danos siempre de este pan. Que el señor les bendiga”.
La jornada culminó con una procesión solemne alrededor del Faro a Colón, donde los fieles portando símbolos de su fe, expresaron su gratitud y devoción al Santísimo Sacramento.
Durante la caminata, a la que asistieron niños, adultos y envejecientes, los fieles cantaban himnos y hacían oraciones al Señor. La mayoría vestía ropas rojas, verdes, amarillas, azules y blancas, que representaban a las diferentes vicarías de Santo Domingo.