La llegada de turistas internacionales y el aporte del sector de viajes y turismo al PIB mundial regresarán este año a los niveles anteriores a la pandemia de covid-19, según un análisis del Foro Económico Mundial, que apunta a Estados Unidos y España como los países que ofrecen las mejores condiciones para esta evolución.
Ambos países coronan una clasificación publicada por la organización privada y que mide los factores y las políticas que favorecen un desarrollo sostenible y resistente del sector.
El listado está dominado -aunque no exclusivamente- en sus treinta primeros lugares (de un total de 119 países analizados) por países de renta alta, ya que estos ofrecen condiciones más ventajosas para el desarrollo de los viajes y del turismo.
Entre estas últimas destacan un entorno empresarial favorable, mercados de trabajo dinámicos, políticas abiertas en relación a los viajes, buenas infraestructuras y atracciones tanto naturales, culturales y no recreativas bien desarrolladas, explica el informe que complementa la tabla de clasificación.
Después de EE. UU. y España, figuran en las primeras posiciones Japón, Francia, Australia, Alemania, Reino Unido, China, Italia y Suiza.
Después de China, que está en el octavo puesto, los siguientes países en desarrollo que aparecen son Indonesia (22), Brasil (26), Turquía (29) y Chile (31), todos estos importantes destinos emergentes.
De Latinoamérica aparecen más abajo México (38) y Argentina, Colombia y Costa Rica, en los puestos 49, 50 y 51, respectivamente, para más lejos figurar Perú (62) y Panamá (63).
El informe del Foro Económico Mundial recalca que la industria de viajes y turismo está experimentando un notable impulso gracias a una fuerte demanda, al aumento de la oferta de vuelos, a una mayor apertura a nivel internacional y a un renovado interés del público y de las inversiones por atracciones naturales y culturales.
Pero al mismo tiempo, hay problemas considerables, como la inflación, los riesgos geopolíticos, las condiciones climáticas extremas, las exigencias en sostenibilidad y la escasez de mano de obra.
Otros desafíos que los analistas del Foro identifican como los más urgente son lograr un equilibrio entre el crecimiento y la sostenibilidad debido a la alta estacionalidad del turismo.
También recomienda reflexiones sobre la masificación y el eventual retorno a niveles de emisiones de CO2 previos a la pandemia.
Para resolver los problemas más evidentes plantea que se prioricen iniciativas para la conservación de la naturaleza, así como inversiones en una fuerza laboral cualificada e inclusiva, así como estrategias para gestionar el comportamiento de los visitantes y el intercambio cultural entre estos últimos y las comunidades locales.